En las tierras mexicanas donde se produce el café, se palpa una tradición. Una que se ha heredado a través de innumerables generaciones, que se ha moldeado y adaptado a un estilo de vida hasta convertirse en la vida misma. En estados como Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Puebla la siembra y cosecha de café representa empleo y sustento para miles de familias, que buscan un futuro prometedor y una mejora en su calidad de vida.